Los Calores: lo que realmente significan - (y cómo calmarlos)
- Kary Florez
- 13 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 oct
Sofocos: el síntoma del que todo el mundo habla
Los sofocos son la diva de la menopausia: llegan sin invitación, se ponen en el centro y se llevan todas las miradas. Entre el 50 y el 85 % de las mujeres los experimentan en perimenopausia y menopausia. Para algunas son una molestia leve. Para otras, un terremoto que arruina el sueño, la productividad y la paz mental.
La medicina “convencional” los culpa al estrógeno bajo. Pero aquí va el giro: las mujeres con estrógeno alto o fluctuante también los tienen. Aparecen antes de la menstruación, en el embarazo y sí, con fuerza en la perimenopausia.

Cómo se siente un sofoco?
Un sofoco (sintoma vasomotor) es una oleada súbita de calor, normalmente en cara, cuello o pecho. Puedes enrojecer, sudar y luego sentir escalofríos. Algunas mujeres también presentan:
Mareos o dolor de cabeza
Palpitaciones
Fatiga o debilidad
Sueño interrumpido (causado por los sudores nocturnos)
Qué causa los sofocos?
Ocurren cuando los vasos sanguíneos cercanos a la piel se dilatan de golpe. ¿La causa más profunda? Cambios en neurotransmisores provocados por variaciones hormonales. Y no es solo el estrógeno: progesterona, testosterona, cortisol e incluso endorfinas participan. El estrés, las emociones y ciertas deficiencias de nutrientes pueden empeorarlos.
10 desencadenantes comunes
Cada mujer tiene su patrón, pero estos son los sospechosos habituales:
Comida picante
Bebidas calientes
Cafeína
Alcohol (el vino tinto es famoso)
Azúcar
Estrés
Calor ambiental
Saunas y jacuzzis
Fumar
Rabia contenida
7 formas de calmar los sofocos de manera natural
Si evitar desencadenantes no basta, prueba además:
Terapia con estrógeno bioidéntico → el “Estandar de Oro” para síntomas severos.
Crema de progesterona natural → puede equilibrar la dominancia estrogénica.
Bajar el estrés → prácticas de relajación reducen sofocos en hasta 90 % .
Mejora tu alimentación → comida real y hecha en casa, menos azúcar y nutrientes balanceados = hormonas más calmadas.
Apoyo herbal → opciones: Angélica (Dong Quai), burdock, chasteberry, licorice, motherwort, o Pueraria mirifica.
Conciencia emocional → los sofocos suelen intensificarse con enojo no expresado o estrés no resuelto.
Comunidad → hablarlo abiertamente con otras mujeres lo hace más llevadero.
Mi conclusión
Los sofocos no son un “fallo” del cuerpo. Son señales: tu cuerpo pidiendo apoyo, equilibrio y, a veces, liberar. Con las herramientas correctas, no tienen por qué definir tu peri o menopausia.
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